A seis ascendió este sábado la cantidad de capturados como sospechosos de la masacre perpetrada la madrugada del jueves en el parqueo de un centro comercial del bulevar Morazán de Tegucigalpa, donde murieron cuatro personas incluido un hijo del expresidente hondureño, Porfirio Lobo Sosa.
Entre los aprehendidos están el conductor de un reconocido político y la pareja sentimental de una conductora de un medio de comunicación.
Ayer viernes, las autoridades informaron la detención de cuatro sujetos aparentemente implicados en la masacre.
En un documento de la Policía filtrado a los periodistas, se conoció que un grupo de políticos de poder, ofreció un pago total de 200 mil dólares a la Mara Salvatrucha para ejecutar la masacre, para intimidar a futuros testigos en el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo al documento, la policía confirmó además la identidad de los dos capturados con nombre y apellido y la participación de una mujer.
Según las indagaciones, la MS recibió un primer desembolso de 50,000 dólares para la compra de armas y equipo y una vez realizada la masacre recibirían el resto del dinero.
Presuntamente la Policía ya tiene identificados a los implicados y hay un fuerte grupo de abogados que está presionando para defenderlos.
El informe detalla que la muerte del hijo de Pepe Lobo es una amenaza contra políticos o cualquier persona que testifique en contra de José Orlando Hernández en su proceso en Nueva York.
En el informe también se acusa a un miembro de la Policía Nacional de haber movido intencionalmente la patrulla asignada al bulevar Morazán, la madrugada de la masacre, para evitar que interviniera en las acciones.
En el documento se detalló que el joven Luis Zelaya no era parte del objetivo; pero se interpuso porque pensó que los uniformados eran de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas y murió cerca de la camioneta y no pegado a la pared.
Se informó, además, que un miembro activo de la Policía descargó 15 disparos contra los mareros en una rápida acción, en la que terminó herido uno de los sicarios, el cual murió poco después en una clínica privada.