El drama no termina para el padre del bebé que murió aplastado por un hombre que se suicidó saltando de un edificio en Ucrania, pues el sacerdote de una iglesia de la comunidad se negó sepultar a su hijo en el templo.
Ante la negativa, el hombre, desesperado y lleno de dolor, le pegó un puñetazo al cura.
En respuesta, el hombre desesperado y lleno de dolor, le asestó un puñetazo al sacerdote.
La repuesta del clérigo refleja la división religiosa que hay en Ucrania, un país con mayoría cristiano ortodoxa pero que se subdivide entre la iglesia ucraniana y la rusa. Y el bebé había sido bautizado en un templo rival.
«El cura dijo que nuestro hijo no estaba bautizado y que nuestra iglesia era fraude», dijo Roman Polishchuk, padre del bebé. «Mi esposa rompió en llanto y se lanzó ante sus pies, pero eso no ayudó», agregó.
El cura Yevgen Molchanov dijo que Polishchuk lo golpeó y que se armó una pelea entre ambos. Luego la familia fue obligada retirarse del templo.
El cura dijo que no tuvo más opción porque esas eran las reglas de su fe. «Lo siento. Y lo siento por esa gente. Pero hay ciertas líneas que no puedo cruzar. Y un niño bautizado por la iglesia de Kiev es un niño que no está bautizado, y además ese iglesia es una farsa», sentenció.
La muerte del menor ocurrió esta semana cuando el bebé de 21 meses jugaba en el frente al edificio en el que vivían sus abuelos en Zaporizhia, Ucrania.
En ese momento ocurrió lo inesperado: un vecino de 39 años decidió suicidarse, lanzándose desde la ventana de su apartamento con tal mala suerte que cayó sobre el niño.