Un mujer de 45 años identificada únicamente por su apellido Peng fue rescatada por la policía china tras ser encerrada por sus propios familiares en una celda subterránea.
La señora sufre de serios problemas mentales desde que sufrió un accidente de tránsito en el poblado de Xixia, en la provincia de Sichuan. Ella fue internada en varios centros mentales y fue regresada a su casa tras terminar un tratamiento basado en drogas psiquiátricas.
Sin embargo su familia optó por encerrarla debido a que acostumbraba quebrar los ventanas y puertas de sus vecinos. Sin embargo ellos mismos descubrieron las condiciones inhumanas en que vivía la mujer quien apenas era alimentada, y denunciaron el caso.