La fuga de un oleoducto en Estados Unidos produjo el derrame de alrededor de 2,2 millones de litros de crudo que terminaron por contaminar un curso de agua en el estado de Kansas.
El oleoducto Keystone logró controlarse luego de la pérdida de alrededor de 14.000 barriles de petróleo, informó TC Energy, la operadora canadiense de esta infraestructura energética.
«Es problemático ver tantos errores y tanto petróleo derramado de cualquier oleoducto, pero es especialmente conflictivo desde uno tan relativamente nuevo», recriminó el director ejecutivo de la organización Pipeline Safety Trust, Bill Caram, en un pronunciamiento.
La organización, que vela por el traslado seguro de petróleo, aseveró que este accidente podría ser el más grave desde 2013 y el más abundante en Kansas desde 1975.
Además, señaló que, en 12 años de existencia, el oleoducto Keystone ha tenido 12 accidentes significativos por fallas en su funcionamiento, un promedio de uno por año. Las afectaciones económicas por este incidente podrían generar un impacto de 108 millones de dólares, valoró Pipeline Safety Trust.