Decenas de templos resultaron dañados en el terremoto de magnitud 6,8 grados en la escala abierta de Richter que sacudió el centro de Birmania y que se pudo sentir en los países vecinos.
Aunque las autoridades no han informado oficialmente de víctimas, los medios locales reportan la muerte de dos chicos de 6 y 16 años, que perecieron al romperse un dique, y de una mujer que falleció por el derrumbe de un muro.
El Ministerio de Cultura birmano confirmó en un comunicado que han sufrido daños al menos 65 templos de la ciudad de Bagan, que fue capital del Reino de Pagan entre los siglos IX y XIII.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), consideró que el daño del sismo será «relativamente localizado», pero recordó que muchos edificios de esa región birmana no están preparados para los temblores.