El presidente costarricense reveló hoy, en su informe de los primeros 100 días de su gobierno, que existen 14 casos de corrupción en la administración de la ex presidente Laura Chinchilla (2010 – 2014).
Uno de los más sonados es la pérdida de al menos 117 vehículos que se encontraban registrados a nombre de la Casa Presidencial, de los cuales nadie conoce hasta el momento su paradero.
Así mismo se descubrió que el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico destinaba un monto millonario mensual a mantener una casa de lujo en la playa para el presidente de esa entidad, y otros millones más anuales para alquilar un edificio en donde trabajaban apenas 4 personas.
También se detectó que la Compañía Nacional de Fuerza y Luz tenía jefaturas sin subalternos ni planes de ejecución mientras que los asesores del ministro de Educación Pública duplicaban su salario mediante el cobro de horas extras.
El informe revela además pagos abusivos de horas extras en los ministerios de Obras Públicas y Transportes, Agricultura y Ganadería, así como en la Presidencia.
En tanto, en el Ministerio de Trabajo pagó por muchos años pensiones a personas fallecidas y tienen en lista de espera 11 mil jubilaciones por su revalorización.
El Ministerio de Seguridad aún debe el pago de días feriados a miles de policías y algunas de estas deudas se remontan hasta el año 1976.
Existió además un alto porcentaje de contrataciones multimillonarias realizadas por el Ministerio de Cultura para organizar festivales y ferias en los últimos años, las cuales fueron pagadas a una sola empresa.
Se encontró en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo contratos millonarios de arrendamiento de edificios de lujo, firmados al final de la administración anterior por 5 años y cuentas millonarias por cobrar hace 27 años.
El Gobierno de Laura Chinchilla dejó un descarrilamiento administrativo en el Instituto Costarricense de Ferrocarriles, donde se trabaja sin inventarios, sin presupuestos y sin auditorías externas, y se desviaron millones en pagos que debían ser a proveedores y hasta a sus trabajadores.