Una anciana de 80 años fue salvada de morir bajo los escombros de su casa, derrumbada por el terremoto de magnitud 7.6 que sacudió Japón el lunes, al ser hallada por una perra de rescate llamada Jennifer, quien labora con los bomberos de Osaka.
La superviviente quedó atrapada después de que el primero de los dos pisos de su casa en la ciudad Wajima, cedió al temblor y la vivienda colapsó.
Pese a que la probabilidad de hallar víctimas con vida tras un terremoto disminuye al cumplirse 72 horas, la anciana estaba consciente y respondió a los llamados de los equipos de salvamento, que la trasladaron al hospital.
Un vídeo muestra a los bomberos abrazando a la anciana al encontrarla, antes de gritar: «¡La abuela está aquí!».
Los bomberos de Osaka tienen 90 efectivos desplegados en Wajima y este viernes sumaron 87 más para proseguir con las labores de rescate en las que participan perros como Jennifer o Roger.
Los perros de rescate suelen frustrarse y entristecer cuando en una catástrofe hallan fallecidos, por lo que, a veces, los efectivos de rescate se esconden para que los encuentren y recuperen el ánimo que les hacen perder los cuerpos sin vida.