El papa Francisco defendió este domingo la indisolubilidad del matrimonio, condenó el divorcio, y resaltó que la familia debe conformarse por un hombre y una mujer.
Durante la apertura de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia en el Vaticano, el Pontífice indicó que la Iglesia debe defender los valores tradicionales en un “contexto social y matrimonial bastante difícil”.
Asimismo, invitó a los 400 obispos presentes en la basílica de San Pedro a buscar y sanar a las parejas heridas, con el aceite de la misericordia.
En cuanto al divorcio, el Vicario de Cristo citó el evangelio de San Marcos: “lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”, y explicó que con ésta es una “exhortación a los creyentes a superar toda forma de individualismo y de legalismo, que esconde un mezquino egoísmo y el miedo de aceptar el significado auténtico de la pareja y de la sexualidad humana en el plan de Dios”.