Un hombre identificado como Mario Andrés García fue condenado a prisión perpetua en Argentina por el asesinato de su hijo de apenas dos años, a quien le disparó en la cabeza como acto de venganza contra su expareja.
El crimen ocurrió en la localidad de General Levalle, Córdoba, cuando García secuestró al niño mientras se dirigían a una citación en el Juzgado de Paz para acordar visitas.
García cometió el asesinato con la intención de causar un profundo daño emocional a su expareja. Tras el homicidio, llevó el cuerpo del niño al hospital de Levalle, donde trabajaba su exsuegra, y le entregó el cuerpo mientras pronunciaba amenazantes palabras: “O vive conmigo o no vive con nadie. Ahora voy por tu hija”.
Durante el proceso legal en la Cámara del Crimen de Laboulaye, García se declaró culpable para evitar la audiencia oral. Inicialmente, había declarado que su intención era suicidarse, pero que accidentalmente disparó a su hijo. Sin embargo, las pruebas presentadas por las autoridades desmintieron esta versión, dejando en claro la premeditación del asesinato.
La condena por homicidio calificado por violencia de género transversal resalta la gravedad de este crimen, que ha conmocionado a la comunidad argentina.