Las 37 niñas muertas por un incendio en un centro de menores estatal, en el que supuestamente sufrían abusos sexuales y físicos, estaban encerradas bajo llave.
«Se tomó la decisión de separar a todos los niños y adolescentes para que no estuvieran hombres y mujeres juntos y evitar agresiones entre sí. Estuvo bajo las medidas de seguridad necesarias incluida la llave», informaron las autoridades.
El miércoles se registró un incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción que se saldó con 37 niñas y adolescentes fallecidas y 16 hospitalizadas.
Según los primeros indicios, ellas mismas originaron el fuego para protestar por las violaciones de derechos humanos que sufrían después de intentarse fugar la noche anterior.
Varios testimonios ya habían dicho que las niñas estaban encerradas bajo llave en un aula 4×4 en el momento del siniestro, pero se desconoce si posteriormente esa puerta se abrió.
La casa hogar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, tenía a unos 748 menores, aunque su capacidad es de 400, y en su interior convivían huérfanos, menores conflictivos, niños víctimas de violencia, pequeños con discapacidad y otros que supuestamente habían sido internados por ya haber cometido delitos.