Una niña de dos años murió trágicamente en Inglaterra después de tragarse la batería de un control remoto, informó el medio inglés “Daily Star”.
Stacey Nickin, dijo en una declaración pública que su niña almorzó con su hermana mayor mientras ella andaba trabajando y media hora después empezó a vomitar sangre.
Miembros de una ambulancia trasladaron a la niña al Royal Stoke Hospital en donde le pusieron dos litros de sangre para compensar todo lo que estaba perdiendo, pero fue inútil.
“La llevaron a cirugía y más tarde me dijeron que había fallecido y que podría haberse tragado una batería” contó su madre.
“Cuando volví a casa, encontré un control remoto al que le faltaba una batería en la habitación de mi hija”, y esa fue la que aparentemente se tragó causándole la muerte.