Una niña de tan sólo 4 años de edad murió tras haber sido llevada al dentista por sus padres tras sufrir un fuerte dolor de muelas en la ciudad de Puebla, al sureste de Ciudad de México.
La menor identificada como Adriana fue atendida por un dentista junto a su hijo en una clínica privada de dicha ciudad; este les indicó que tenía que matarle un nervio y les pidió que salieran de la habitación.
Todo marchaba bien hasta que el galeno salió rápidamente del consultorio y les avisó a sus padres que la menor se encontraba muy mal de salud.
Ante la insistencia del padre el odontólogo le confesó que le había aplicado una anestesia completa a su hija debido al intenso dolor que sufría en su muela; pero que todo se salió de control.
Sus progenitores llamaron a una ambulancia pero cuando los paramédicos arribaron al lugar certificaron que estaba sin vida; posteriormente se confirmó que murió producto de una anestesia mal aplicada, es decir por negligencia médica.
Posteriormente ambos sujetos se ofrecieron a pagar los gastos médicos y funerarios para tratar de deslindarse de su responsabilidad legal y moral.
Sin embargo tras hacerse pública la denuncia, el odontólogo identificado como Óscar N huyó junto a su esposa y su hijo; y aún no han podido ser capturados por la policía mexicana.
La Fiscalía General de Puebla abrió una investigación y el gobernador, Miguel Barbosa, afirmó que intervendrán en el caso para apoyar a la familia doliente.