Este miércoles fueron rescatados los restos humanos de un nadador que fue devorado por un tiburón blanco en una playa de Sídney, Australia.
Éste ha sido el primer ataque fatal no provocado de un tiburón en esta ciudad desde 1963.
Las autoridades clausuraron las playas cercanas durante 24 horas, mientras patrullan a la búsqueda de posibles depredadores.
Un testigo, quien se encontraba pescando en unas rocas cercanas, aseguró haber visto a un hombre con traje de neopreno cuando era arrastrado hacia el fondo del agua por un gran tiburón, en la playa de Little Bay (este de Sídney).
“Cuando se sumergió se veían muchas manchas”, afirmó el testigo. “Fue algo horrible. Todavía sigo temblando”, añadió cuando describió el ataque, que duró varios segundos.
“Sigo vomitando. Fue muy, muy desagradable. Él sólo había salido a nadar disfrutando del día, y el tiburón le quitó la vida”, se lamentó.