Murió a los 91 años Paul Parkman, inventor de la vacuna contra la rubéola

Formado como pediatra y apasionado por la virología, el doctor transformó el panorama de la salud pública en los años 60 con su vacuna contra la enfermedad

Paul D. Parkman, científico que en la década de 1960 desempeñó un papel fundamental en la identificación del virus de la rubéola y en el desarrollo de una vacuna para combatirlo, avances que han eliminado de gran parte del mundo una enfermedad que puede causar defectos congénitos catastróficos y muerte fetal, falleció el 7 de mayo en su casa de Auburn (Nueva York).

Padecía cáncer, dijo su sobrina Theresa Leonardi.

El Dr. Parkman se formó como pediatra, pero se interesó por la virología mientras servía en el Cuerpo Médico del Ejército a principios de la década de 1960. Destinado en Fort Dix (Nueva Jersey), se aburrió con un estudio sobre los adenovirus, gérmenes corrientes que en la mayoría de los casos causan síntomas leves de resfriado y gripe.

“Una nariz que moquea no es gran cosa”, recordaba años después el Dr. Parkman en una historia oral, así que empezó a pasar su tiempo libre en un pabellón que albergaba a reclutas que sufrían erupciones cutáneas. El especialista y sus colegas descubrieron que muchos de los jóvenes tenían rubéola, también conocida como sarampión alemán.

Durante años, la rubéola se consideró una enfermedad infantil inofensiva, aunque también podía afectar a los adultos. Los síntomas, que podían incluir fiebre, dolor de garganta y secreción nasal, eran generalmente leves y a veces pasaban desapercibidos. El síntoma más evidente era la erupción roja que daba nombre al virus (“rubéola”, derivado del latín, significa “pequeño rojo”).

Sin embargo, en la década de 1940, un oftalmólogo australiano, Norman McAlister Gregg, observó que un número sorprendente de mujeres que se habían infectado de rubéola al principio de su embarazo daban a luz bebés con cataratas y defectos cardíacos. La rubéola materna también se relacionó rápidamente con la sordera congénita y la discapacidad intelectual, así como con el aborto espontáneo y la mortinatalidad.

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