Liliana Carrillo, de 30 años, confesó que ahogó a sus tres hijos para “protegerlos” de su padre porque según ella, el hombre pertenece a una red de tráfico de personas.
“Los ahogué. Lo hice tan suavemente, no sé cómo explicarlo. Los abracé. Les di un beso. Me disculpé todo el tiempo. Amaba a mis hijos”, dijo Liliana Carillo, de 30 años.
El sábado pasado las autoridades de Los Ángeles desataron una búsqueda de Carrillo después de descubrir los cuerpos de Joanna, de 3 años de edad; Terry, de 2, y Sierra, una bebé de seis meses, sin vida en un apartamento del barrio de Reseda.
La hispana alega que “no quería que siguieran abusando de ellos”.
«Desearía que este no tuviera que ser el caso, pero prometí protegerlos”, añadió.
Carrillo estaba enfrascada en una batalla legal con el padre de los niños, Eric Denton. Ambos padres habían alegado en las cortes que los pequeños corrían peligro en manos del otro.