La mujer identificada como Dahbia B., quien es la principal sospechosa del asesinato de Lola Daviet, la niña de 12 años, relató con frialdad ante un juez el infierno que hizo vivir a la pequeña antes de acabar con su vida.
La aberrada mujer relató que «arrastró» a Lola hasta el apartamento de su hermana, quien vive en el mismo edificio que la familia de la víctima. La obligó a bañarse y abusó sexualmente de ella. «La agarré del pelo, le metí la cabeza entre las piernas, tuve un orgasmo», dijo.
Después la asfixió, se tomó un café, comenzó a escuchar música y procedió a descuartizar el cuerpo con un cuchillo. La cabeza de la menor apareció casi desprendida de su cuerpo. Además, la mujer admitió haberse bebido la sangre de la niña tras ponerla en una botella. Sin embargo, la policía no ha encontrado ninguna prueba que lo confirme.
Aseguró que finalmente colocó el cuerpo dentro de la maleta de plástico que fue encontraba por un sin techo de 42 años.
Según la fiscal, Dahbia B. «no mostró empatía hacia la víctima». Los investigadores le mostraron imágenes del cuerpo sin vida de Lola y ante ellas expresó que «no le daban ni frío ni calor». Agregó que ella también fue violada y que vio morir a sus padres. No obstante, en el documento también se menciona «la increíble facilidad para actuar» que tiene la sospechosa.
Según las declaraciones a los medios franceses realizadas por varios vecinos, Dahbia presentó un comportamiento extraño el día del asesinato, que podría indicar el padecimiento de algún problema psicológico.