Al menos 18 personas, entre ellas 12 niños, perecieron luego que el bus en que viajaban tomara fuero en Pakistán.
Las víctimas eran damnificados de las lluvias monzónicas sin precedentes de este año, que dejaron a 8 millones de personas sin hogar y causaron daños económicos estimados en 28.000 millones de dólares.
A medida que las aguas retroceden lentamente, miles de desplazados, muchos de ellos refugiados en tiendas en campamentos temporales, vuelven a sus regiones de origen para intentar rehacer sus vidas.
Entre ellos estaban los pasajeros del autobús incendiado en la noche del miércoles. La Policía indicó que las víctimas murieron cuando el autobús prendió en llamas fuera de la ciudad de Karachi.
Pakistán registra habitualmente accidentes mortales de tráfico debido a unos coches poco mantenidos, carreteras en mal estado, conducción temeraria y servicios de emergencia poco formados.
Las históricas inundaciones del país, que mataron a 1.700 personas, se han vinculado al cambio climático.