Bretagne, un perro de raza golden retriever, tenía dos años en septiembre de 2001, cuando participó en el rescate de cientos de personas de de debajo de los escombros de las Torres Gemelas de Nueva York. El año pasado Bretagne era ya el único superviviente de los que ayudaron tras los atentados del 11-S ayudaron a los bomberos, los policías y los militares en su labor rescatista.
Tras cumplir con su trabajo junto a su dueña, en aquel entonces al servicio de la Fuerza Aérea, el perro regresó a Texas, de donde era originario, y vivió una vida larga. Según informa el periódico ‘Daily News’, a la edad de 16 años el animal ha sido sacrificado en un hospital veterinario de Texas.