Los equipos japoneses de rescate sacaron de los escombros de una casa a una niña de ocho meses la madrugada de este viernes, más de seis horas después del terremoto de 6,5 grados de magnitud que dejó nueve muertos en el suroeste de Japón.
La bebé puede verse tranquila, con los ojos abiertos, los pies desnudos y en pijama, colocado sobre una manta y llevado delicadamente en plena noche por varios policías y socorristas.
Según los medios japoneses, la niña no sufrió ninguna herida.
Su madre, su abuelo, su abuela y su hermano mayor se encontraban en el salón y la cocina mientras ella dormía en otra habitación, en la planta superior, en el momento en que se produjo el primer temblor, a las 21:26, hora local (12:26 GMT), en la isla de Kyushu, indicó el diario Mainichi Shimbun.