Un meteorito explotó el pasado 1 de enero sober los cielos del condado de Washington, en Estados Unidos, generado una onda expansiva equivalente a 30 toneladas de dinamita, según informó el organismo NASA Meteor Watch.
Los expertos calculan que el cuerpo celeste tenía un metro de diámetro y un peso de media tonelada; además al momento de su ingreso a la atmósfera viajaba a 72,400 kilómetros por hora.
El incidente cósmico ocurrió a las 11:20 am y fue detectado por el satélite geoestacionario ambiental GOES-R. Además una estación de infrasonido registró la explosión que provocó al desintegrarse.
Los expertos señalaron que la roca espacial tenía un brillo 100 veces más fuerte que el que genera una luna llena.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos informó, por su parte, que el acontecimiento, que fue notado por varios testigos, no estuvo relacionado con fenómenos de rayos.