El energúmeno que asesinó a su hijastro, de apenas 7 años, murió anoche tras recibir una soberana golpiza propinada por los reos de la cárcel de Comayagua, en la zona central de Honduras.
José Perdomo, padrastro del niño Exequiel Hernández, murió debido a los golpes que recibió dentro del penal, donde guardaba prisión preventiva por el delito.
El cadáver del pequeño Exequiel fue descubierto el lunes en un sector de Comayagua. Su cuerpo estaba muy descompuesto ya que tenía 3 días de fallecidos, aún con su uniforme de la escuela puesto.
El homicida confesó haber matado al menor porque tenía problemas con la madre y al momento de ser cuestionado cómo lo asesinó fingió demencia.
Por su parte el padre biológico del niño declaró ‘»No me alegra porque es un ser humano, me entristece y con su muerte no recuperaremos al niño … Me duele, yo ando fotos de mi niño en el celular, mi dolor es interno y no voy a llorar para hacer show. Lo que no entiendo es por qué no me hizo algo a mí y sí al niño».