Al menos 17 personas han muerto en las últimas 2 semanas en Estados Unidos víctimas de las tormentas invernales que azotan Estados Unidos.
Entre las principales causas de los decesos se reportaron la caída de árboles sobre los transeúntes y el ahogamiento de personas dentro de vehículos anegados por las riadas, dejando también alrededor de 30.000 evacuados.
Según medios estadounidenses, unas 200.000 personas quedaron sin suministro eléctrico y los servicios para restablecerlo tuvieron dificultades por rachas de viento que superaron los 112 kilómetros por hora (km/h) en algunas áreas.