Las autoridades de Tanzania y Kenia anunciaron un saldo trágico de 168 personas fallecidas a causa de diversos desastres climáticos que han azotado la región de África Oriental.
La temporada de lluvias, agravada por el fenómeno de El Niño, dejó una estela de devastación y pérdidas humanas en ambos países.
En Tanzania, el primer ministro Kasim Majaliwa informó ante el Parlamento que más de 51,000 hogares y 200,000 personas se han visto afectadas por las inclemencias del clima.
El balance oficial indica que 155 personas perdieron la vida, 236 resultaron heridas y más de 10,000 viviendas sufrieron daños de diversa consideración.
Por su parte, Kenia continúa con las labores de búsqueda de desaparecidos tras las inundaciones que azotaron varios barrios de la capital, Nairobi, y condados aledaños.
Estas inundaciones provocaron la destrucción de carreteras y vías férreas, dificultando las tareas de rescate y asistencia a los damnificados.
El comandante de la policía del subcondado de Starehe, Fred Abuga, confirmó que el número de víctimas mortales en Kenia ascendió a 13, luego del hallazgo de tres cuerpos en el barrio de chabolas de Mathare, una de las zonas más severamente afectadas por las inundaciones.
Ante esta situación de emergencia, las autoridades de ambos países han movilizado recursos y personal para brindar asistencia a las familias afectadas y trabajar en la reconstrucción de las áreas devastadas.
Sin embargo, la magnitud de los daños y el número de víctimas ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la región frente a los embates del cambio climático.