La situación en la Franja de Gaza se torna cada vez más desesperada, según un informe reciente de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La mitad de los habitantes de Gaza enfrenta hambre severa, y un 90% carece de comidas regulares, revelando una crisis humanitaria de magnitudes alarmantes.
Según el director regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU para Oriente Medio y África del Norte, esta grave situación de hambre extrema afecta a una gran parte de la población de Gaza.
El conflicto palestino-israelí tiene repercusiones devastadoras en el acceso a los alimentos, con solo el 10% de las necesidades alimentarias llegando al enclave palestino, donde habitan 2.2 millones de personas.
Este mes, Thomas White, director de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Gaza, informó que vehículos de la ONU fueron atacados y caravanas de ayuda humanitaria saqueadas.
La tensión se ha intensificado desde el pasado 7 de octubre, cuando el movimiento palestino Hamás atacó a Israel desde Gaza, desencadenando una respuesta militar de Israel. El bloqueo total impuesto por Israel ha cortado suministros de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, agravando aún más la crisis humanitaria.
La campaña de bombardeos israelíes ha dejado un saldo devastador de más de 19,600 muertos y casi 52,600 heridos en Gaza.
A pesar de una reciente tregua humanitaria, donde se canjearon rehenes y prisioneros, la situación sigue siendo crítica, con unos 130 rehenes todavía cautivos en Gaza.
En este contexto de profundo sufrimiento, Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a acordar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, como propuso la ONU en 1947, en busca de una paz duradera en la región.