La noticia del joven que intentó suicidarse ingresando a la jaula de los leones en un zoológico de Chile dio la vuelta al mundo a través de redes sociales, donde el accionar del hombre fue cuestionado por los cibernautas.
Franco Ferrada, de 20 años de edad, se encuentra hospitalizado debido a las lesiones que le provocaron los felinos en distintas partes de su cuerpo, además de ser impactado por un dardo tranquilizante durante el proceso de rescate.
Dos leones tuvieron que ser sacrificados para salvar la vida de Ferrada en el hecho ocurrido el fin de semana.
Pero «¿qué pasó por su cabeza? No comprendo por qué decidió hacer esto», se pregunta Nolbertina Muñoz, la abuela paterna, del joven, quien relató al periódico La Tercera la dura infancia que atravesó su nieto.
Detalló que Franco junto a sus ocho hermanos se criaron en el Servicio Nacional de Menores (Sename), pues su madre falleció cuando él solo tenía 11 años de edad debido a un cáncer de mama. Mientras, al padre al quedar afectado por la muerte de su esposa se volvió alcohólico.
«Él (Franco) se crió en el Sename, porque antes de que falleciera su madre, ella dejó internados a todos sus niños», sostiene Nolbertina, quien añade que «estos niños tienen un daño psicológico inmenso, porque de la noche a la mañana la mamá se muere, y ellos se quedan en un internado. Y mi hijo, su padre, nunca salió del alcohol».
Para su abuela lo más importante para el joven es su familia, aunque uno de sus hermanos mayores está en la cárcel y otro fue adoptado por una pareja en Italia. Agregó que Franco se independizó para tratar de ayudar a sus hermanos y al salir del Sename realizó el Servicio Militar en Coyhaique, en la Región de Aysén.
Gonzalo Molina, quien fue su compañero en el regimiento, señala que «compartí un año y medio con él. Era normal, siempre preocupado de su familia, su abuela y sus hermanos. Quería trabajar y proyectarse».
María Martínez, madre de una amiga del muchacho, se mostró sorprendida al enterarse del incidente. «Me extrañó que dijeran que tenía un problema psicológico, si es un niño muy alegre. Pero quizás escondía una pena».
Actualmente, Franco reside en Santiago, con un grupo de amigos. Trabaja de bodeguero en un local de ventas.
Quienes hablaron con él antes del sábado, no pueden comprender qué es lo que ocurrió para que decidiera tratar de quitarse la vida.
«Vino a visitarme el domingo pasado, feliz, dijo que estaba muy contento», señaló su abuela.
Un joven alegre y trabajador. Así lo describen. «Estamos sorprendidos, algo debió haber pasado. Él estaba bien, contento. Ahora, no sabemos cuál será el daño con el que quedará”, concluye Nolbertina.