En un lamentable suceso ocurrido en el oeste de Kenia, al menos 42 personas perdieron la vida después de que una represa colapsara en la mañana del lunes pasado.
El incidente tuvo lugar en la Presa Vieja de Kijabe, ubicada en la zona de Mai Mahiu de la región del Gran Valle del Rift, conocida por ser propensa a inundaciones repentinas.
Según informó el agente de policía Stephen Kirui a The Associated Press, el derrumbe de la presa provocó una riada que arrastró consigo lodo, rocas y árboles arrancados, abatiéndose contra las viviendas y cortando una importante carretera.
Decenas de vehículos quedaron atrapados entre los escombros mientras equipos de paramédicos atendían a los heridos en medio de amplias extensiones cubiertas por el agua.
Este trágico suceso se suma a las recientes inundaciones que han azotado a Kenia, dejando cerca de un centenar de fallecidos y retrasando la reapertura de escuelas.
Desde mediados de marzo, el país ha sido castigado por intensas lluvias, y el Departamento de Meteorología ha advertido sobre la persistencia de los aguaceros en los próximos días.
Ante esta situación, el ministro keniano del Interior, Kithure Kindiki, ordenó la inspección de todas las presas públicas y privadas, así como de los embalses de agua, en un plazo máximo de 24 horas a partir del lunes por la tarde.
El objetivo es prevenir nuevos incidentes similares que pongan en riesgo la vida de la población.