La vida de una joven de 25 años cambió de manera radical luego de haber ingresado al hospital Almenara, de Essalud, para que la operen por cálculos renales, pues tres meses después se encontraba con las manos y piernas amputadas, además de continuar con el problema que la aquejaba inicialmente.
Shirley Meléndez Tuesta es una administradora de Turismo y de Negocios Internacionales que ha relatado su dramático caso al programa Cuarto Poder. Trabaja en el Programa Nacional de Becas (Pronabec) como especialista en consejería social y antes de lo ocurrido, también se desempeñaba como anfitriona y animadora infantil.
Ella ingresó al hospital de Essalud en enero. «Tres meses después soy dada de alta amputada de piernas y manos, aún con el problema de cálculos y durante todo este tiempo vengo exigiendo una explicación real de lo que pasó conmigo», expresó indignada.
Entre enero y febrero de este año, fue sometida a tres operaciones quirúrgicas para extraerle los cálculos, pero 10 días después de la última operación, la joven volvió por emergencias al hospital, porque no podía miccionar. Ante su sorpresa, los médicos le dijeron que aún tenía cálculos, a pesar de las operaciones.
Le colocaron un catéter (dispositivo con forma de tubo estrecho) hasta el riñón en el tópico de urología, un ambiente no esterilizado, según señaló la joven. Horas después empezó a dolerle el riñón y pidió ayuda, pero no le prestaron atención.
Acto seguido, se desmayó y le diagnosticaron una infección generalizada, por lo que fue inducida al coma. Padeció un paro cardiorespiratorio y luego de ello, los médicos les informaron a sus padres que los tejidos de las manos y de los pies estaban necrosados, sin vida. Fue por eso que se produjo la amputación.
Mientras exige que se haga justicia por lo ocurrido y, a pesar de los grandes y difíciles cambios en su vida, Shirley Meléndez ha demostrado una gran fortaleza y ganas de vivir.