El emperador de Japón rindió tributo a las 19 mil personas fallecidas hace cinco años, cuando un poderoso terremoto y tsunami golpearon la costa noreste del país asiático y desencadenaron una crisis en la Central Nuclear de Fukushima.
Como parte del homenaje, se rindió un minuto de silencio por las víctimas a las 2:46 de la tarde de este viernes (tiempo local), hora en la que ocurrió el terremoto de 9 grados de magnitud aquel 11 de marzo de 2011.
Este terremoto es el más grande ocurrido en la historia de Japón, un país azotado con una historia altamente sísmica.
El Teatro Nacional de Tokio ha acogido una ceremonia oficial en la que han participado el emperador Akihito, la emperatriz Michiko, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y familiares de las víctimas de la tragedia.
“No podremos olvidar esas impactantes imágenes de televisión en la que se veía una ola que recorrió el campo de Sendai, como un muro negro», dijo el emperador durante su discurso.
Akihito expresó su profundo pésame a los allegados de los fallecidos, y señaló su «dolor» por «todas aquellas personas que aún no han podido regresar a sus hogares» tras ser evacuados hace un lustro por los efectos del tsunami o del accidente nuclear.
«En esta situación tan difícil, muchos voluntarios están trabajando para asistir a las víctimas junto al Gobierno y a las autoridades locales», destacó el emperador, quien también quiso agradecer «la gran asistencia brindada por más de 160 países y organismos internacionales» tras la catástrofe.
«Japón goza de una naturaleza bella, pero que al mismo tiempo puede tener un lado peligroso. Espero que sepamos aprender esta lección tras llevar a cabo un gran sacrificio, y que el pueblo japonés mantenga su coraje ante los desastres», añadió Akihito.