Japón intenta reponerse este miércoles de los estragos que ha causado el poderoso tifón Jebi, que dejó al menos 11 muertos, 300 heridos y cuantiosos daños materiales como infraestructuras anegadas, tejados destruidos y vehículos volcados.
Los vientos huracanados llegaron a alcanzar 210 kilómetros por hora, y las lluvias torrenciales y los desbordamientos de ríos fueron frecuentes en la parte occidental del país dejando considerables destrozos a su paso.
Las mismas ráfagas de viento fueron la principal causa de las 11 víctimas mortales y los 300 heridos, según las cifras ofrecidas por el Ejecutivo central y las autoridades locales, ya que la mayoría sufrieron caídas o se golpearon con objetos proyectados por el vendaval.