En un acto inhumano, el Ejército israelí bombardeó una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ubicada en un campamento de refugiados en el centro de Gaza.
Según un comunicado emitido por las autoridades gazatíes, el ataque dejó al menos 40 muertos, entre ellos 14 niños y 9 mujeres, además de 74 heridos, incluyendo 23 niños y 18 mujeres.
El bombardeo ocurrió en horas de la noche mientras las personas dormían en los pisos superiores de la escuela, lo que provocó un gran número de víctimas.
Las autoridades de Gaza afirmaron que el ejército israelí ha cometido estas masacres de forma reiterada y brutal, a pesar de tener conocimiento de la presencia de decenas de miles de desplazados en estos centros
En un comunicado, responsabilizaron totalmente a la ocupación israelí y a la Administración estadounidense por estos crímenes contra la humanidad, y pidieron a la comunidad internacional condenar estas masacres, el genocidio y la limpieza étnica contra el pueblo palestino.
Asimismo, solicitaron presionar a Israel para que detenga su genocidio y juzgar a los criminales de guerra israelíes y estadounidenses, acusándolos de supervisar la aplicación de un genocidio de forma planificada.
Este no es el primer ataque de Israel contra escuelas y campos de refugiados en Gaza. Hace menos de dos semanas, otro ataque israelí contra un campo de desplazados en Rafah, en el sur de Gaza, acabó con la vida de al menos 45 personas, cuyas tiendas de campaña se incendiaron
La UNRWA condenó ese bombardeo y recalcó que la Franja de Gaza es «el infierno en la tierra» y que ningún lugar es seguro.
En noviembre pasado, Israel también bombardeó en varias ocasiones la escuela Al-Fakhura de la UNRWA en el campo de refugiados de Jabalia, causando decenas de muertos y heridos.
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí contra Gaza más de 36,500 palestinos han muerto y cerca de 83,000 han resultado heridos.
Además, unos 520 palestinos han muerto a manos de las fuerzas de seguridad y en ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.