El huracán IOTA inundó por completo el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales de San Pedro de Sula dejándolo casi totalmente sumergido dejando visible solamente su techo y la torre de control.
Este aeropuerto ya había sido dañado por el paso del huracán ETA y ya habían comenzado sus labores de rehabilitación y la pista recibía aviones militares, sin embargo todo se perdió.
No hemos podido entrar al edificio, no hemos podido hacer una comparación entre los daños producidos por ambos ciclones, tenemos dos metros de agua y es imposible entrar, declaró el Superintendente de la Alianza Público-Privada Leo Castellón.
Posteriormente la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil informó que el aeropuerto podría reanudar sus operaciones hasta mediados de diciembre del presente año.
Por su parte el presidente Hondureño Juan Orlando Hernández declaró que el Aeropuerto de San Pedro Sula se dañó en gran parte pero tiene una buena pista y los radares están en buen estado.
Las autoridades hondureñas reportaron que los otros tres Aeropuertos Toncontín de Tegucigalpa, Juan Manuel Gálvez en Roatán y el Golosón en La Ceiba continúan laborando normalmente.