Las autoridades chilenas reportaron que este año, en lo que va del verano, más de cuatro mil incendios forestales han calcinado una 40 mil hectáreas de bosques y pastizales.
Además cuatro personas han muerto, decenas de viviendas resultaron destruidas y miles de bosques de pino y eucalipto fueron incinerados por completo; mientras centenares de personas han tenido que ser evacuadas.
El gobierno chileno y Corporación Nacional Forestal (CONAF) informaron a los medios de prensa que el área consumida por las llamas es un 50% mayor que el área quemada por los incendios ocurridos el año pasado.
La mayoría de los incendios son intencionales o provocados por negligencia o descuidos y están siendo potenciados por una ola de calor extremo que afecta las regiones del centro y el sur de Chile.
Miles de bomberos, militares, cuadrillas estatales y voluntarios se encuentran combatiendo los 113 incendios que aún arden; ellos son ayudados por 33 helicópteros y 20 aviones equipados especialmente para lanzar toneladas de agua.