Las autoridades de Francia identificaron como un joven de 19 años al segundo atacante que protagonizó una toma de rehenes en una iglesia del norte de Francia en la que los dos presuntos islamistas asesinaron a un sacerdote.
La fiscalía informó hoy que se trata de Abdel-Malik Nabil Petitjean y que fue identificado mediante un análisis de ADN. El otro atacante ya había sido reconocido como Adel Kermiche, también de 19 años y sujeto a seguimiento por parte de las autoridades antiterroristas.
Abel-Malik Petitjean estaba fichado desde el pasado 29 de junio por haber intentado llegar a Siria pero sin ningún proceso judicial en su contra. El terrorista, que murió por disparos de la policía que le alcanzaron el rostro fue identificado gracias a la comparación de su ADN con el de su madre.Según la cadena BFMTV, días antes de que los dos terroristas irrumpieran en la iglesia, servicios de inteligencia extranjeros habían advertido a Francia de que un hombre se disponía a cometer un atentado en territorio francés.
La advertencia no iba acompañada de un nombre, pero sí de una fotografía que resultó ser la de Abdel-Malik. Los agentes encontraron también una foto suya en el domicilio de Adel Kermiche, el primer terrorista identificado, que aparece junto a él en un vídeo de propaganda difundido por el Estado Islámico (EI) en el que este útlimo jura lealtad al califa Abu Bakr el Bagdadi.
Los investigadores fueron incapaces de dar con la identidad de Abdel-Malik en un primer momento debido al estado en que quedó su cuerpo tras el asalto de las fuerzas del orden. BFMTV señaló hoy que la madre del segundo terrorista, Yamina, dejó de tener noticias este lunes de su hijo, que le había contado que iba a visitar a un primo suyo cerca de Nancy, en el oeste de Francia.
Según los medios franceses, los agentes han detenido a tres personas cercanas a Abdel-Malik y han requisado material informático en la casa del joven, que penetró en la iglesia armado con cuchillos y con falsos artefactos explosivos.
Petitjean y Kermiche entraron el martes por la mañana durante la misa en una iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, Normandía. Retuvieron a seis personas como rehenes, entre ellas tres monjas, hasta que una de ellas pudo escapar y alertar a la policía. Los dos jóvenes mataron con heridas en el cuello y el pecho al sacerdote Jacques Hamel, de 86 años, y causaron graves heridas a otra persona.
Finalmente fueron abatidos por la policía. Horas después, el Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría del atentado en un comunicado, alegando que fue obra de dos de sus “soldados”.