La joven Geraldine Bonilla dejó con pesar y dolor a su familia por la trágica decisión de quitarse la vida en Santa Rita Yoro, en Honduras, donde dejó dinero y una nota que decía: «para gastos de mi funeral, si no les ajusta vendan cualquier cosa de las que hay en este cuarto. Ya no soy feliz en este mundo».
Sus familiares están sorprendidos porque ella tomó la fatal decisión cuando aparentemente se miraba bien, tenía un comportamiento normal y nunca dio sospechas de que fuera a hacer algo semejante.
Hasta el momento se desconoce cuál fue el mecanismo empleado por la joven para privarse de la vida y serán las autoridades hondureñas quienes brinden mayores detalles.