Un hombre que tenía varios meses de estar viviendo con un cadáver, se quitó la vida de un disparo en la cabeza, luego de que agentes policiales llegaron a su hogar para hacerle una visita de control de bienestar.
El insólito hecho ocurrió en el Condado de Harris, en Texas, en donde el suicida de 63 años de edad, fue encontrado con el disparo en el cráneo, cerca del cuerpo de un amigo de 64 años, quien estaba muerto en estado de descomposición.
Luego de inspeccionar el lugar de los hechos, agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Harris, dijeron que ambos hombres vivían juntos en el apartamento.
El vocero policial, Thomas Gilliland, dijo que los vecinos de Kilwinning Drive los llamaron para pedirles que visitaran la casa de los hombres ya que uno de ellos tenía varios meses de no dar señales de vida.
Al acercarse al hogar, los agentes fueron recibidos por las moscas y la fetidez que emanaba de la residencia, y al forzar la entrada, escucharon la detonación en una de las habitaciones, que provino del balazo que se asestó el hombre.