El hecho se registró en un pueblo apartado de Brasil, donde un sujeto fue encontrado abusando de una menor de seis años. Luego de golpearlo, los pobladores lo sumergieron en un sector plagado por la gran cantidad de peces carnívoros.
Allí, lo colgaron cabeza abajo y lo dejaron a merced de los peces carnívoros, que de a poco y con su voracidad característica le comieron la cabeza hasta dejarlo sin rostro.
El pueblo en el que sucedió el ataque se caracteriza por la abundancia de hombres pervertidos que violan a sus víctimas sin importar la edad.