Un verdadero escándalo se vive en Uruguay luego que un ciudadano falleció de un infarto en las puertas del Ministerio de Salud de ese país sudamericano debido a que esta institución no tenía desfibriladores con baterías.
Esta insólita tragedia ocurrió el pasado lunes sin embargo la noticia se divulgó hasta el miércoles desatando una ola de críticas y burlas en redes sociales contra la mala gestión del gobierno uruguayo.
Según la ley uruguaya los desfibriladores son obligatorios en cualquier edificio donde exista alta concentración de personas, y lo peor es que ocurrió en la sede gubernamental que supuestamente debe velar por la salud pública.
El Senador Javier García reveló en un medio local que planea convocar al Ministerio de Salud al parlamento para explique cómo ocurrieron los hechos.