Un joven marroqui de 20 años torturó hasta quitarle la vida a su hermana de cinco años en una sesión de «exorcismo» ya que según el la niña estaba endemoniada e intentaba expulsar los «demonios» que habitaban dentro de ella. La mamá del asesino huyo de ser degollada y logró interponer la formal denuncia ante la policía.
El asesino pretendía acabar con ese problema llevando a cabo una sesión «roqiya», un controvertido tratamiento que consiste en la lectura del Corán según un determinado ritual para expulsar a los duendes que supuestamente tienen hechizada a una persona.
Al ver que la «roqiya» no daba resultado, el joven utilizó un arma blanca contra esos supuestos demonios en el cuerpo de su hermana, hasta causarle la muerte.
Luego de haber dado por terminada la vida de su hermanita, y convencido de que los demonios se habían alojado en el cuerpo de su madre, trató de degollarla. Sin embargo, la madre pudo escapar y denunciar los hechos.