El Gobierno de Austria aprobó este martes una ley para expropiar la casa natal del dictador Adolf Hitler para evitar que se convierta en un lugar de peregrinación o un santuario para neonazis, informó la televisión pública austríaca ORF.
Se trata de un edificio en la ciudad de Braunau, en el Estado federado de Alta Austria, junto a la frontera con la Baviera alemana, en el que Hitler (1889-1945) vivió sus primeros tres años.
Su expropiación pone fin a una larga batalla jurídica con la propietaria, que se ha negado a vender el inmueble al Estado y que ahora será indemnizada. La decisión había sido anunciada ya en abril y solo requiere ahora de su aprobación en el Parlamento.
Si bien hay consenso en la necesidad de tomar una decisión que garantice que el lugar pueda no se use para propagar ideas nazis, no hay acuerdo sobre el futuro de la casa donde en 1889 nació el dictador más sangriento del siglo XX.
Desde 1972 el ministerio del Interior la tiene alquilada y la subarrienda al Ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 euros mensuales (unos 5.680 dólares).
La vivienda está sin uso desde 2011. El gobierno ha seguido pagando el alquiler sin lograr un acuerdo para decidir si establecer allí un memorial, dejarla como una vivienda más o derruirla.
El ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, reiteró hoy su postura a favor de derribarla, pero tanto el canciller federal, Christian Kern, como el vicecanciller, Reinhold Mitterlehner, se mostraron escépticos al considerar que pueden haber problemas porque está bajo protección como patrimonio histórico.