El estadounidense David Bennett, de 57 años, quien se convirtió en el primer ser humano en recibir un trasplante exitoso de un corazón de cerdo falleció este miércoles, según comunicó el Centro Médico de la Universidad de Maryland (UMMC).
El señor Bennet padecía de una enfermedad cardíaca terminal y fue operado exitosamente el pasado 7 de marzo y recibió un corazón de cerdo modificado genéticamente ya que por razones médicas no podía recibir ni uno convencional ni uno artificial.
La empresa Revivicor, con sede en Virginia, Estados Unidos, extrajo del animal donante 3 genes que causan que el sistema inmunitario humano rechace los órganos de los cerdos así como otro gen responsable de que crezca excesivamente el tejido del corazón.
Este valiente hombre había asegurado días antes de su operación de trasplante que «Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un tiro al aire, pero es mi última opción», detalló el texto.
Inicialmente su cuerpo no rechazó el órgano lo que alimentó una gran esperanza en todo el mundo ya que permitiría revolucionar la medicina moderna utilizando órganos animales para combatir la escasez de órganos humanos disponibles en los trasplantes.
Bennet perdió la vida el pasado martes, luego que durante 2 meses latió un corazón de cerdo dentro de su cuerpo, lamentablemente su estado de salud empeoró desde hace varios días, aseveró el UMMC.
Su hijo David Bennett Jr. agradeció a todo el equipo médico que atendió a su papá «Estamos agradecidos a cada paso innovador, cada sueño loco, cada noche sin dormir dedicados a este esfuerzo histórico. Esperamos que esta historia sea el principio de la esperanza, no su final».
El paciente pudo pasar tiempo con su familia y hacer fisioterapia para ayudarle a recuperar fuerzas. Disfrutó del Super Bowl con su fisioterapeuta y habló a menudo sobre el deseo de volver a casa con su perro Lucky, agrega el comunicado oficial del Centro.
«Estamos devastados por la pérdida del señor Bennett. Demostró ser un paciente valiente y noble que luchó hasta el final. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia», declaró el doctor Bartley P. Griffith, el cirujano que trasplantó el corazón.