La apocalyptica falla de San Andrés que cruza California está preparada y lista a detonar un potente terremoto, según Thomas Jordan, director del Centro Sísmico del Sur de California.
En el discurso inaugural de la Conferencia Sísmica Nacional en Long Beach, Jordan recordó que la última vez que la falla produjo un gran terremoto en el sur de California fue en 1857.
En esta fecha se generó un temblor de 7.9 grados en la escala de Ritcher y afectó unas 185 millas (cerca de 280 kilómetros), entre el Condado de Monterey y las montañas de San Gabriel cerca de Los Ángeles.
En declaraciones recogidas por el diario Los Angeles Times dijo: «desde entonces ha estado demasiado tranquila» (la falla).
De acuerdo a los análisis científicos cada 100 años las placas tectónicas, por la que la placa del Pacífico se mueve al noroeste de la placa de América del Norte, se ajustan unos 16 pies a base de sacudidas sísmicas. Y es cuando liberan parte de la fuerza a la que están sometidas las fallas.
La falla de San Andrés ha ido acumulando presión sin descanso durante más de un siglo.
Jordan advirtió que es muy importante que California se centre en estudiar y producir planes de emergencias y resistencia, ya que la posibilidad de que se produzca un terremoto de magnitud 8 es muy real.
«La información con la que trabajamos los científicos indican que el extremo sur de la falla de San Andrés es en la que es más probable que se produzca un gran terremoto en los próximo 30 años», señala en conversación con BBC Mundo Jennifer Andrews, sismóloga del Instituto de Tecnología de California (Caltech).
Andrews señala además que en el sur de California hay más de 300 fallas y existe el temor de que un gran terremoto en la falla San Andrés haga que estas también se quiebren, provocando un daño todavía mayor.