Dos personas murieron y otras cuatro resultaron gravemente quemadas tras la explosión registrada en un taller artesanal de pirotecnia ubicado en el municipio de La Jigua, Copán, Honduras.
Testigos afirmaron que tres de las víctimas tenían sus piernas destrozadas y el 100% de su piel con quemaduras.
Parientes relataron que los jóvenes estaban elaborando cohetes en el interior de la casa de Benjamín Perdomo, el papá de uno de los jóvenes que estaba en el lugar, pero que afortunadamente solo resultó con quemaduras leves.
De acuerdo con el testimonio de testigos, a escasos metros de la cohetería artesanal, otras personas estaban haciendo trabajos de soldadura, por lo que presumen que una chispa o una esquirla caliente cayó cerca de los cohetes y provocó el estallido.