Mark Steven Domingo, un ex soldado cuyo objetivo era causar el mayor número de victimas fue capturado antes de propiciar su plan terrorista en contra de una marcha supremacistas blancos en Long Beach, California.
Un agente encubierto del FBI se puso en contacto con el sospechoso y le entrego una bomba desactivada, que él pensaba que podía funcionar y que sirvió para localizarlo.
«Esta investigación interrumpió con éxito una amenaza muy real, planeada por un soldado de combate entrenado y que en repetidas ocasiones declaró que quería causar el mayor número de víctimas», aseguró el fiscal del Distrito Central de California, Nick Hanna.
La oficina del fiscal, el FBI y el Departamento de Policía de Los Ángeles consideraron que el hombre planeaba una “trama de terrorismo escalofriante”.
Mark Steven expresaba en redes sociales “su apoyo a la yihad (guerra santa) violenta, un deseo de buscar un castigo por los ataques contra musulmanes, y una disposición a convertirse en mártir”.
Domingo, colgó en Internet un video en donde profesa su fe en el islam, y otro, donde aseguraba que “EE.UU. necesita otro evento como Las Vegas”, en referencia al tiroteo en esta ciudad de octubre de 2017.
Si es declarado culpable de los cargos de buscar apoyo material y de intentar perpetrar un ataque podría enfrentar una sentencia máxima de 15 años en prisión, aseguraron las autoridades el Departamento de Justicia.