Joël Le Scouarnec, el excirujano francés acusado de haber violado a 299 jóvenes, la mayor parte de ellos menores de edad, añadió este viernes 28 de febrero una nueva víctima: su propia nieta.
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«Sí, reconozco que cometí abusos sexuales sobre mi nieta», dijo el acusado poco después de que el mayor de sus hijos y padre de la víctima compareciera como testigo.
Hasta el momento, Le Scouarnec, de 74 años, había relatado en sus diarios -los mismos en los que de forma sistemática recopilaba los abusos y violaciones que cometió durante tres décadas en las clínicas y hospitales en los que ejerció- fantasías sexuales con su nieta, nacida en 2012, cuando tenía dos y tres años, pero no figuraba entre las víctimas.
El primero de esos relatos se remonta a cuando la niña apenas tenía año y medio y en él cuenta que se exhibió desnudo ante ella.
El fiscal reaccionó inmediatamente, asegurando que se trata de actos cometidos sobre una menor, que no han prescrito y que, por tanto, debían ser añadidos al acta de acusación.
La confesión del excirujano francés creó una gran conmoción en la sala, que llevó a la presidenta a suspender la sesión, en la que había ofrecido su testimonio el mayor de los hijos del acusado.
En su declaración, el hombre de 44 años y padre de dos hijos había relatado el ambiente de incesto de la familia, en el que su hermano mediano había sido objeto de abusos por parte de su abuelo, el padre del ahora acusado.