Funcionarios judiciales de Estados Unidos investigan si alguien ayudó al atacante que mató a 49 personas en un club nocturno de Orlando el fin de semana, aunque señalaron que no creen que nadie más vinculado al tiroteo implicará un riesgo actual para la población.
El FBI y otras agencias del Gobierno de los Estados Unidos estaban rastreando evidencia dentro y en los alrededores del club gay Pulse de Orlando, donde un joven de 29 años que manifestó lealtad a Estado Islámico perpetró la peor matanza en un tiroteo en la historia.
Funcionarios dijeron el domingo que la cifra de muertos era 50, pero este lunes, aclararon que esa cantidad de víctimas fatales incluía a Mateen.
“Se está investigando a otras personas, estamos trabajando en eso con la mayor diligencia que podemos”, añadió Bentley en conferencia de prensa. “Si alguien más está involucrado en este crimen, será procesado”.
Los funcionarios destacaron que creen que no hubo otros atacantes y dijeron que no tenían evidencia de ninguna amenaza actual para la población.