Anthony Hobsen decidió matar a su novia Jennifer Irigoyen, de 35 años, luego que ella le confesó que estaba embarazada en el tercer piso de un edificio en el condado de Queens, en Nueva York, Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron en horas de la madrugada del año 2019, cuando la víctima intentó defender su vida y la de su hijo mientras era atacada por este energúmeno que le causó heridas mortales en su cuello, pecho y vientre mientras ella gritaba que la ayudaran.
El cobarde huyó de la vivienda dejando a su pareja sentimental muriendo lentamente desangrada debido a las múltiples heridas causadas por el arma blanca.
El desquiciado sujeto ya le había advertido a su compañera de vida sobre las consecuencias que podían pasar sí decidía tener un bebé. Por lo que le quitó la vida con un cuchillo ya que no quería ser padre.
Durante ese mismo año, este hombre amenazó a Jennifer, quien laboraba como ejecutiva de bienes raíces, que iba a deshacerse de su bebé y comenzó a hostigarla con un cuchillo en la mano.
Cinco días después del crimen, Hobsen se entregó a la policía y confesó haber matado a Irigoyen porque no deseaba tener otro hijo y fue la única manera de detenerla, según sus declaraciones.
El pasado 17 de febrero luego que un jurado observó los videos de vigilancia y escuchó los testimonios de sus vecinos, finalmente fue condenado 3 años después del horrendo crimen a más de 26 años de prisión.
Al final este sujeto fue acusado por asesinato en segundo grado, manipulación de evidencia física, posesión criminal de un arma en cuarto grado y la pérdida de su hijo nonato.
Inicialmente la fiscalía lo habían acusado también por aborto en segundo grado, pero dicho cargo fue eliminado hace unos meses.