Familiares de los 27 pescadores muertos que dejó el naufragio de un langostero, esperan los cuerpos de sus seres queridos, con la esperanza de que las autoridades hondureñas logren localizarlos.
La tragedia ocurrió la madrugada de ayer en el mar Caribe frente a las costas de La Mosquitia en una de las mayores tragedias en alta mar en Honduras.
El barco capitán Waly, que zarpó el 1 de julio hacia los bancos de pesca, naufragó a unas 80 millas náuticas al noreste de Puerto Lempira, en las cercanías del Cayo Gorda.
Entre los fallecidos hay marineros, buzos y cayuqueros, en su mayoría de La Mosquitia, que se dedican a sacar langostas y pepinos de mar.
Esta tragedia sucedió después que barcos navales y civiles regresaran de rescatar a 49 pescadores que quedaron a la deriva tras naufragar horas más tempranas el Miss Francely.
A bordo de la embarcación Waly iban 91 personas, de las cuales 55 fueron restadas con vida.
Se espera que los cuerpos de los pescadores llegarán por la madrugada a Puerto Lempira. Un equipo de médicos forenses salió ayer por la tarde de Tegucigalpa en helicóptero a La Mosquitia.
Los cuerpos serán llevados desde Caratasca en embarcaciones menores hasta Puerto Lempira.
Sobre las causas de la tragedia en alta mar, Meza agregó “que hay especulaciones, pero el mal funcionamiento de máquinas, condiciones meteorológicas, sobrecarga; hay muchos factores que inciden.
De los fallecidos, al único que se identificó es Austin Elvis Haylock, capitán de la embarcación.