La campaña de terror del Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) continúa estremeciendo al mundo entero luego de que se divulgaran escalofriantes testimonios de las esclavas sexuales que lograron huir de los terroristas.
Una diputada iraquí, la única de origen yazidí en el parlamento, reveló que varios yihadistas obligaron a una madre yazidí a comerse a su propio hijo.
Además, un grupo de ellos también violó hasta la muerte a una niña de 10 años, obligando a su familia a presenciar el crimen.
La diputada Vian Dakhil informó de este crimen en una entrevista concedida al canal de televisión egipcio Extra News, en la que afirmó que los yihadistas le llevaron a la mujer un plato que parecía ser comida cuando en realidad eran los restos del menor.
La madre había estado sin comida por varios días dentro de una celda. «Después le trajeron un plato con arroz y carne», indicó.
«Ella comió porque estaba muy hambrienta. Cuando terminó, le dijeron: ‘Nosotros cocinamos a tu hijo de un año, y eso es lo que acabas de comer’», relató la también activista.
Dakhil asegura que Isis ha matado a miles de mujeres y jóvenes de la etnia yazidí en los últimos meses, así como secuestrado a otras tantas, con el objetivo de convertirlas en esclavas sexuales o terroristas suicidas.
Las Naciones Unidas (ONU) reconoció el genocidio cometido contra los yazidíes por parte de la red terrorista entre el 2 y 3 de agosto de 2014, en la ciudad de Sinja, en Siria. Al menos 5,000 hombres y niños fueron asesinados y más de 7,000 mujeres y niñas corrieron el mismo destino.