Un grupo de científicos que analizan el lugar donde supuestamente está el sepulcro de nuestro Señor Jesucristo, en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, comprobaron que sus materiales de construcción corresponden al siglo cuarto.
La investigación no ofrece ninguna evidencia sobre si realmente Jesús está o no enterrado en ese sitio ubicado en la ciudad de Jerusalén, pero sí ratifica la creencia de que los romanos construyeron el monumento 300 años después de su muerte.
Los científicos analizaron los componentes del mortero utilizado por los constructores originales mientras realizaban trabajos de restauración del monumento ya que por primera vez fue abierto al público en muchos siglos.
Se cree que Constantino construyó el monumento a Jesús en el sitio donde se creía fue enterrado, cuando comenzaba la transición del Imperio romano hacia la cristiandad, en el siglo IV de nuestra era.
“Es un hallazgo muy importante, pues confirma que fue Constantino el Grande, como lo afirman las evidencias históricas, es el responsable de haber cubierto el lecho de roca del sepulcro de Cristo con las losas de mármol del santuario”, afirmó Antonia Moropoulou, coordinadora y jefa científica de los trabajos de restauración
La Iglesia del Sagrado Sepulcro alberga en la actualidad el santuario, así como el presunto punto cercano donde se crucificó a Jesús, considerados, ambos, los sitios más sagrados del cristianismo.
Este lugar sagrado es custodiado por instituciones de los griegos ortodoxos, los armenios y los católicos romanos.