Un total de 131 féretros colgantes fueron encontrados en el municipio Moping del condado de Zigui, de la provincia central china de Hubei, informó el periódico digital The People’s Daily.
Los ataúdes se encontraron en un precipicio de 50 metros de ancho y 100 metros de alto.
Es uno de los mayores ‘cementerios colgantes’ encontrados en China continental.
Los féretros de madera se encontraron en cuevas artificiales o túneles de roca naturales en el precipicio.
Según los arqueólogos, estos ataúdes colgantes se remontan a la dinastía Tang de hace 1.200 años. Son tumbas del pueblo Bo, una antigua tribu aborigen del suroeste de China.
El Gobierno local incluyó las tumbas en la lista de sitios culturales bajo protección especial.
Los ataúdes colgantes son una antigua costumbre funeral de varios grupos étnicos del sur, especialmente del pueblo Bo.
Los féretros de diferentes formas, en su mayoría tallados del trozo enteros de madera, a menudo se sostienen en vigas extendidas hacia fuera desde rocas verticales, en hendiduras de cuevas o en salientes naturales de acantilado.
Se supone que un ataúd colgante protege los restos mortales de las bestias, además de asegurar bendición eterna del espíritu.
Las tumbas colgantes están rodeadas de misterio: los expertos no han podido averiguar hasta ahora cómo las personas antiguas se las ingeniaban para transportar hacia las cuevas de acantilado el ataúd con el cuerpo y diversos objetos funerales que en conjunto pesan centenas de kilogramos.